Huellas Profundas en acción (2da Parte)

En la madrugada del domingo 19 de agosto retornó a San Miguel la primera delegación de nuestro Clan luego de brindar su apoyo en Chincha. Ya habían pasado varios días desde el terremoto pero aún era necesario enviar más ayuda. Por eso, desde las 7:00 a.m. los Scouts de Huellas Profundas continuamos con la recolección de donativos en el Parque Ecológico N° 5 para cargar los camiones del segundo convoy de apoyo a Chincha. Con el transcurrir del día se fue acercando cada vez más gente, fue gratificante ver como no sólo se incrementaba la cantidad de donativos sino también la cantidad de personas que voluntariamente cooperaban con esta tarea.


A las cinco de la tarde partió el segundo convoy de la Municipalidad de San Miguel; nuevamente, los Caballeros Templarios estuvieron presentes, esta vez representados por los Rover Scouts Carlos Ponce de León, Alfonso Solar, Eder Rojas y Jean Pierre Carbajal y los Aspirantes a Rover Johana Foley y José Acuña (JR). También acompañó a la delegación el Sr. Venturo Rojas, padre de Eder. Tras un largo viaje llegamos a El Carmen aproximadamente a las 10:00 p.m. Luego de una rápida cena, se descargaron las donaciones de los camiones en la municipalidad del lugar y se levantó el campamento en la Plaza de Armas, donde pasamos la noche.

Al día siguiente, el equipo de voluntarios exploró la zona por un poco más de media hora para comprobar de primera mano la situación del lugar a cinco días del terremoto. Varias casas se encontraban totalmente destruidas y los pobladores se organizaban para establecer “campamentos”. Más ayuda era necesaria, así que nuestros Rovers pusieron manos a la obra. Su misión consistía en cargar camionetas de agua, víveres y ropa para luego derivarlas a los poblados cercanos. La labor era agotadora, pero pronto se vio recompensada por los vecinos, quienes pese a la adversidad no habían perdido su hospitalidad y nos invitaron una deliciosa carapulcra en el almuerzo.


Reconfortados por tan suculento plato, nuestra delegación pudo continuar con su labor y superar las dificultades que se presentaron (casi las mismas que tuvo que afrontar la delegación anterior). Ya de noche, el equipo de los Templarios tuvo que volver a Lima pues todos ellos debían retomar sus responsabilidades académicas y laborales. Había resultado extenuante, pero regresamos felices, pues sentimos que nuestro apoyo fue valioso y que la experiencia realmente había valido la pena; en verdad es un honor poder "Servir". Hemos de felicitar a todos quienes conformamos Huellas Profundas pues, ante la emergencia que presentó, demostramos nuestro compromiso con la sociedad y cumplimos con nuestro deber ¡Continuemos con el espíritu que nos caracteriza!

Huellas Profundas en acción (1ra parte)

El miércoles 15 de agosto un devastador terremoto azotó a la región de Ica y muchos compatriotas se vieron afectados, principalmente quienes habitaban las ciudades de Pisco, Ica y Chincha. Las consecuencias que este fenómeno natural ocasionó fueron terribles: colapso de gran cantidad de viviendas, saturación de líneas telefónicas, corte del fluido eléctrico y falta de agua; todo lo cual dejó como saldo cientos de víctimas, personas atrapadas entre escombros, miles de heridos y familias damnificadas. A todo ello se sumó la fuga de cientos de presidiarios del penal de Tambo de Mora. Lo crítico de la situación generó que se presentaran saqueos en diversas zonas.

Nosotros, como Scouts, no podíamos quedarnos de brazos cruzados ante lo acontecido, así que, desde la mañana del jueves 16, los integrantes de Huellas Profundas iniciamos campañas de recolección de donaciones en las que logramos obtener cerca de media tonelada entre agua, víveres, ropa y medicinas. Por la noche establecimos contacto con la Municipalidad de San Miguel y realizamos las coordinaciones para brindar nuestra colaboración tanto en el punto central de acopio de donativos de la Municipalidad (el Parque Ecológico N°5, conocido como “Parque del Reloj”) como en la zona del desastre.

A las 6:00 a.m. del viernes partió rumbo a Chincha el primer convoy de apoyo de la Municipalidad de San Miguel, contando entre sus integrantes con un equipo del Clan de los Caballeros Templarios conformado por los Rover Scouts Israel Villavicencio y Alfonso Solar y los Aspirantes a Rover Dahiana Mareátegui, Renzo Feitoza y Mark Espinoza. Ellos llegaron a la localidad de El Carmen aproximadamente al mediodía. Allí colaboraron en las labores de descarga y distribución de donaciones a las comunidades de El Carmen y los pueblos aledaños. La labor fue ardua y no estuvo libre de dificultades, las cuales iban desde descoordinaciones de las autoridades locales hasta situaciones complicadas como gritos que alertaban sobre saqueos y ruido de disparos. Pese a todo ello, los miembros de nuestro Clan tuvieron presente el Lema Rover y se enfocaron en todo momento en cumplir su misión, lo cual hicieron de manera notable.

Entretanto, en San Miguel, miembros de la Tropa y del Clan, junto con voluntarios de diversas procedencias, continuaron con la labor de acopio, clasificación, embalaje y preparación del segundo convoy de apoyo. En estas labores nos acompañaron Rover Scouts del Grupo Scout APE San Francis de Ayacucho, que se encontraban en Lima con ocasión de regularizar sus trámites en APE. El sábado, nuestro Consejero de Dirección, R.S. Carlos Ponce de León aparece en televisión vía Frecuencia Latina y lanza la Campaña "Un Scout, un sleeping" en la cual invitó a todos los Scouts del Perú a donar sus sleepings, puesto que muchos de los damnificados habían perdido sus viviendas y pasaban la noche a la intemperie. Durante esos días, TODOS los Scouts del Perú, ya sea APE, ASP, MSC, USTA, sudamos la camiseta y demostramos estar SIEMPRE LISTOS para SERVIR ante situaciones de emergencia y, de esta forma, mostramos que nuestro trabajo es importante para la sociedad. Sin embargo, los reportes de los medios de comunicación anunciaban que era necesaria más ayuda por lo que nuestra labor no podía detenerse.

Campamento Brownsea por el Centenario del Escultismo

Como parte de las celebraciones por el Centenario del Escultismo, recibimos la amable invitación de parte de nuestros Hermanos Scouts del Grupo Scout Paul Atreides, miembros de U.S.T.A – Perú (Unión de Scouts Tradicionales de América), para participar en el Campamento Brownsea del 30 de julio al 2 de agosto. Naturalmente, debíamos recibir dicho acontecimiento haciendo lo que caracteriza a los Scouts, acampar, y aceptamos gratamente la invitación. Recién llegados del Campamento de Fiestas Patrias, nos dimos una noche de descanso antes de asistir a este Campamento. La delegación de Huellas Profundas, conformada por la Patrulla Lipigas (Claudia, Marjorie, Leslie y Cinthia), la Patrulla Toros (Jeancarlo, Ronald, José y Nazar) y, en representación del Clan de los Caballeros Templarios, Pocho y Eder, arribó al Club Cogollo Portuario al mediodía del martes 31 de julio. Rápidamente, usando algunos eucaliptos traídos desde nuestro local así como troncos y caña obtenidos con la ayuda del machete, las Patrullas construyeron sus respectivos rincones, mientras que los Rovers improvisaban un sabroso plato con los pocos ingredientes que había para el primer almuerzo.

Llegó el momento de la primera tanda de juegos, que comenzó con una formación para que los competidores se conozcan. Por Paul Atreudes competían las Patrullas Topos y Cóndores, además de un equipo de su Clan; y en representación de Huellas Profundas se hicieron presentes las Patrullas Lipigas y Toros. Por otro lado, la Manada de Atreides recorría una pista de comando que incluía un descenso en polea. Los Caballeros Templarios, siempre deseosos de aventuras, se animaron a un “sargento” en la soga usada para el descenso en polea. Los seis metros de altura no fueron obstáculo para ellos y animaron a los troperos que se sentían seguros de sí mismos a hacer lo mismo. ¡Harta garra de los Yawar Mana Manchakuq! Realmente tienen “sangre valiente”.

Luego de la cena se recolectó leña, tras lo cual hubo un tiempo libre en el que los participantes del campamento dieron muestra de la alegría y hermandad que caracteriza a los Scouts y vivieron de momentos de integración. Los ánimos eran perfectos para lo que seguía, un juego amplio nocturno en el que tuvieron que superar bases usando su fuerza, habilidad, coordinación y, por supuesto, manteniendo siempre su Espíritu Scout. Durante el transcurso del juego llegó Luis Ángel, justo a tiempo para la fogata. Era la noche previa al Centenario y nuestros Scouts se reunieron alrededor del amigable fuego, ahí cocinaron, jugaron y contaron historias. Ya de madrugada llegó Carlos. A pesar de ser tarde, hubo ocasión para una pichanguita antes de que los Scouts fueran a descansar junto a las brasas. No ocurrió igual con los Rovers que tuvieron tiempo de recorrer Chaclacayo y sus alrededores. Fueron momentos en los que reflexionaron acerca del Escultismo, lo que significa pertenecer a un movimiento que ya lleva un siglo de existencia, en qué situación se encuentra éste en nuestro país, qué impacto debería tener, en como había contribuido a la formación de sus vidas, por qué continuaban participando activamente, cuál es nuestra misión dentro del Escultismo y cómo llegarían a cumplirla. Muchas dudas se despejaron y pudieron vislumbrar el camino que deberían seguir. Fue de esta forma como, al regresar al club, recibieron las primeras luces del amanecer del Centenario Scout.

Un breve sueño, casi un parpadeo, fue suficiente antes de dirigirnos al colegio Fe y Alegría de la urbanización La Era. Ahí fuimos guiados por hermanos españoles quienes nos hicieron conocer obras realizadas el año pasado por un grupo de Compagnons y Jems (miembros de la Rama Mayor en Scouts et Guides de France), para después emprender rumbo a Río Seco, en una caminata que puso a prueba la resistencia de todos. El camino recorrido fue extenso y los rayos del sol dificultaban la marcha; a pesar de ello no nos amilanamos, vencimos al cansancio y logramos completar toda la ruta. Al llegar al club, todos disfrutamos de un reconfortante almuerzo y un merecido descanso. Llegada la noche, preparamos la fogata, alrededor de la cual Scouts de Paul Atreides y de Huellas Profundas compartieron canciones y sketchs. Al final, preparamos a leña una suculenta sopa de fideos, canchita y marshmellows. Reunidos alrededor del cálido fuego, dormimos nuevamente al aire libre. A la mañana siguiente, un poco de football americano y tiro con arco fueron nuestro pasatiempo. Diana se hizo presente ese día y tuvo a su cargo una instrucción personalizada de pionerismo. Mala suerte que no estuvo tan soleado como los días anteriores, pero de todas formas nos dimos un chapuzón en la piscina. Llegó el momento de partir, los momentos compartidos habían reforzado la amistad entre ambos Grupos Scout y la despedida fue fraterna. No se puede concluir este artículo sin antes agradecer en nombre del Grupo Scout APE Huellas Profundas al Grupo Scout Paul Atreides por la organización de este Campamento. ¡Esperamos poder vivir nuevas aventuras juntos! ¡Ya celebramos cien años de Hermandad Scout! ¡Vamos por cien más!

¡Siempre Listos para Servir!